Gatos, Perros, Protección

La oruga procesionaria y nuestras mascotas

La oruga procesionaria es un animal que prolifera con la subida de las temperaturas, en el campo y en lugares con abundante naturaleza.

La existencia de la procesionaria, supone un peligro para todos contando con nuestras mascotas. La inhalación de los pelos de la oruga puede producir consecuencias como urticarias, reacciones alérgicas, problemas oculares, bronquiales e incluso la muerte de perros y gatos.

Estos insectos siempre van ligados los unos con los otros por los extremos de su cuerpo. Son un gran atractivo, ya que son coloridas y peludas. Los perros y los gatos son especialmente vulnerables a estas larvas ya que a veces se las tragan, de este modo están ingiriendo todos los elementos tóxicos que contienen.

En el caso de los perros y los gatos, el contacto suele producirse en la zona del hocico, ya que muchos animales se acercan a olisquearlas o lamerlas al sentir curiosidad por las procesiones de orugas. También pueden pisar los restos de algún nido, llevarse los pelos urticantes en las patas y lamerse después.

 

Principales señales de infección por causa de la procesionaria:

  • Nerviosismo
  • Picores en la boca
  • Inflamación en la lengua
  • Inflamación en la piel o en la cabeza.
  • Fiebre
  • Vómitos
  • Hinchazón el la cara, esófago y estómago
  • Ampollas y úlceras en las mucosas
  • Necrosis de tejidos

¿Qué hacer si detecto la posibilidad de que mi mascota esté infectada?

Si nos encontramos con alguno de estos síntomas, lavaremos la zona afectada con agua templada cuidadosamente y sin frotar, para no extender la toxina. seguidamente acudiremos inmediatamente al veterinario para que traten a tu mascota, probablemente con tratamientos de corticoides.

 

Ciclo Biológico de las Procesionarias:

En verano aparecen las mariposas procesionarias del pino, se aparean y la hembra pone huevos en las hojas de las coníferas. Las orugas nacen tras 30 o 40 días después de la puesta, a mediados de septiembre y octubre.

Las orugas construyen nidos o bolsones de seda que les sirven de refugio para pasar el invierno.

Cuando llega la primavera, las orugas desciendes en fila al suelo, de ahí se entierran y crisalidan dentro de un capullo.

De las crisálidas surgen en verano las mariposas que se aparean dando comienzo a un nuevo ciclo.

 

Recomendaciones frente a la procesionaria:

Se recomienda evitar el contacto con las orugas de cualquier forma, pues la irritación es producida por el pelo urticante y un mínimo contacto con ellas hace que el pelo flote en el aire, se disperse y pueda alcanzarnos. Para ello es aconsejable acotar la zona y ponerse en contacto con el 112, teléfono de emergencia. Desde el teléfono de emergencia se comunicará la incidencia al departamento correspondiente: si se trata de un bolsón larvario, será el Servicio Municipal de Parques y Jardines, y si las orugas están bajando del árbol a la tierra o procesionando en fila a pie de tierra, será el Centro Municipal Zoosanitario el que actúe.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *