¿Como afecta el calor a mi caballo?

La temperatura normal de un caballo es de 37-38 ºC. Su organismo está preparado para mantener ese rango cuando la temperatura exterior sube en verano si dispone de medios externos compensatorios como sombra, agua y reposo. Pero ¿qué sucede si tiene que competir, entrenar o hay una ola de calor?

En primer lugar, hablemos de los signos de que su caballo puede tener demasiado calor. Si tu caballo empieza a babear en exceso o parece inusualmente aletargado y sin ganas de moverse, podría ser una señal de que tiene demasiado calor.

Los caballos tienen una gran superficie corporal en comparación con los humanos y otros mamíferos. Esto significa que son más susceptibles a las variaciones de temperatura del entorno. Esto les hace especialmente vulnerables a la deshidratación en condiciones de calor en las que hay poca humedad en el aire (como los climas desérticos).

Otro dato interesante es que los caballos no pueden sudar como los humanos, sino que lo hacen a través de las pezuñas. Así que si alguna vez ves a tu caballo con las patas mojadas después de estar fuera en un día caluroso, ¡es por eso!

A continuación, vamos a hablar de las recomendaciones para reducir el calor en mi caballo:

1) Cambiar su dieta: Reduzca la cantidad de grano en su dieta y aumente la cantidad de heno o pastos (el heno tiene más contenido de agua que los granos).

2) Darles sombra: A algunos caballos les gusta estar al sol, mientras que otros prefieren la sombra; si sabes en qué punto del espectro se encuentra tu caballo, proporciónale lo que le haga más feliz.

3) Proporcione agua en abundancia: Asegúrate de que siempre haya agua fresca para que tu caballo no tenga que ir a buscarla cuando tenga sed. Para que te hagas una idea, un caballo en reposo un día de temperaturas medias, que coma pienso y forraje deberá beber de 5 a 6 litros de agua por cada 100 kg de peso vivo, es decir, un caballo de 500 kg tomará unos 25 o 30 litros de agua al día.