Todos los alimentos que administramos a nuestros caballos contienen los mismos elementos estructurales, pero estos se hallan representados en distintas proporciones. El alimento es la suma de varios componentes, por lo tanto, para una alimentación equilibrada, debemos empezar a plantearnos que hay en la comida que consume nuestro caballo. De esta manera podremos comenzar a hacer elecciones razonables sobre el tipo y cantidad de ración. De manera básica todos los alimentos contienen:
- Energía: Proporciona el combustible de las reacciones químicas del organismo, supone la “gasolina” para que lata el corazón o se contraigan los músculos. Así debemos presentar una atención especial a cubrir las necesidades energéticas del caballo, pues un 80-90% de la ración está destinada a proporcionar energía. La energía se mide en unidades llamadas calorías (que es la medida del calor producido cuando se queman los alimentos). – La energía no es un nutriente como tal, sino que es el producto que resulta de asimilar tres tipos de componentes; estos son carbohidratos, proteínas y grasas.
- Carbohidratos: Son moléculas que contienen en su estructura carbono y agua, constituyen la primera fuente de energía para los caballos. Este hecho se hace evidente al saber que los caballos se alimentan de material vegetal, que está compuesto de un 75 % de carbohidratos. Existen distintos tipos de carbohidratos y el caballo es capaz de digerirlos en diferentes proporciones, en general los carbohidratos se pueden dividir en:
- Estructurales: también llamados fibra vegetal, incluyen la celulosa, hemicelulosa, lignina, etc. Forman el “esqueleto” de la planta, y ningún mamífero puede digerirlos por si sólo, para eso se ayudan de las bacterias presentes en el tracto digestivo. El caballo es capaz de asimilar un 50% de los carbohidratos estructurales presentes en las plantas, el resto pasa a las heces sin digerir.
- No estructurales: incluyen a los azúcares, que pueden ser simples como la glucosa o fructosa, pero también se pueden asociar formando estructuras más complejas llamadas polisacáridos. Los polisacáridos más importantes en la alimentación del caballo son los almidones, que, aunque todos están compuestos por azucares, están unidos por distintos enlaces lo que conlleva que unos sean más fáciles de digerir que otros. De los cereales que usamos en el caballo, la avena tiene el almidón de más fácil digestión, seguidos por el sorgo y el maíz
- Grasas: Son una fuente de energía muy importante, pues contienen una gran cantidad de Calorías en un reducido volumen. Las fuentes más comunes de grasa en los caballos son los aceites vegetales. De los distintos aceites vegetales, el de maíz es de más fácil digestión.
- Proteínas: Son los componentes de la mayor parte de las células del organismo, son de alguna manera los “ladrillos” que constituyen el cuerpo. Las proteínas están compuestas de unas estructuras menores llamadas aminoácidos, existen 22 tipos y sus diferentes combinaciones hacen posible la formación de distintas proteínas.
- Caballos adultos para mantenimiento: 8-10 % de proteínas.
- Caballos adultos en entrenamiento: 10-12 % de proteínas (estos caballos no necesitan dietas de alta proteína sino de buena calidad).
- Yeguas preñadas: 11-12%.
- Yeguas en lactación: 13-14%.
- Potros en crecimiento (menores de un año): 14-16%.
- Potros en crecimiento (a partir del año): 13-14 %. El exceso de proteínas en la dieta sólo sirve para proporcionar energía, pero desde el punto de vista metabólico esta no es una buena fuente de energía, además es bastante cara y el exceso de energía es eliminado por vía urinaria.
- Vitaminas: El término proteína hace referencia a distintos componentes, que se encuentran en la dieta en pequeñas cantidades. En general el caballo consigue las vitaminas a través de la dieta, otra parte es sintetizada por el mismo y otra parte es sintetizada por las bacterias de su tracto digestivo. Teóricamente un caballo con una dieta de buena calidad que incluya forraje verde recibe todas las vitaminas que necesita. Las vitaminas se dividen en dos tipos en función de su solubilidad, así unas son hidrosolubles, mientras que otras son liposolubles. Entre las vitaminas liposolubles se encuentran la A, D, E y K, estas se almacenan en la grasa del organismo. Las vitaminas hidrosolubles incluyen las del grupo B y C, estas no se pueden almacenar en el organismo por un periodo largo ya que no existe un lugar adecuado.
- Agua: Es un factor crítico de la dieta del caballo, así puede sobrevivir durante un tiempo sin alimentos, pero no sin agua. Una pérdida del 10% del agua corporal es devastadora. El aporte de agua que necesita el caballo depende de factores como la temperatura ambiente, la actividad física, lactación y el tipo de alimentos que consume. El agua debe ser suministrada limpia, fresca y a libre disposición del caballo durante todo el día.
REGLAS PARA UNA CORRECTA ALIMENTACIÓN:
- La mayor parte de la dieta debe estar compuesta por forraje, pues es el tipo de alimento que los caballos toman de forma natural.
- El caballo debe tener un acceso libre a agua fresca y limpia.
- Debe administrarse una dieta de buena calidad, libre de polvo, moho o suciedad
- Si el caballo necesita más energía se le debe proporcionar, pero teniendo en cuenta que dieta está recibiendo y en qué forma vamos a administrar la energía. Las situaciones en que un caballo necesita más energía son el ejercicio intenso, el periodo de crecimiento y el periodo reproductivo en yeguas.
- Si se administra grano, no se debe superar la cantidad de 3 kilogramos por toma, debido al pequeño tamaño del estómago del caballo.
- Alimentar regularmente al menos 2 veces al día.
- Si realizamos cambios en la dieta del caballo estos deben realizarse de manera paulatina y progresiva, tomando al menos un periodo de 2 semanas para realizar el