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La pirotecnia y nuestras mascotas

El cambio de año supone un verdadero reto para algunas personas con mascotas, ya que los ruidosos petardos y los fuegos artificiales pueden poner nerviosos hasta a los animales más tranquilos. Mientras que algunos solo se retiran o buscan protección acurrucándose junto a su dueño, otros entran completamente en pánico: dejan de comer, no son capaces de reaccionar, tiemblan o empiezan a correr asustados.

Consejos para mejorar el miedo de nuestras mascotas a la pirotecnia

  • Pasea con correa cuando empiecen los primeros petardos.

Evitar los paseos en Nochevieja no es una solución, debes sacar a tu perro. Para que las salidas se desarrollen, en la medida de los posible, sin estrés, lo mejor es que sean durante el día y en zonas tranquilas. Por ejemplo, sal a pasear con tu perro por el campo o la periferia de la ciudad en lugar de por el centro, donde es habitual que horas antes del cambio de año empiecen las celebraciones.

Sin embargo, durante estos días deberías llevar a tu perro siempre con la correa, ya que en cualquier sitio os puede sorprender el fuerte ruido de un petardo. No se debe subestimar el peligro de que tu perro eche a correr por el susto y que no vuelvas a encontrarlo o que incluso acabe en una carretera con mucho tráfico.

  • Pasear en unas horas más tranquilas.

A medida que oscurece aumentan también los primeros petardos de Nochevieja. Entonces, como muy tarde, es el momento de volver a casa con tu peludo. Aunque lo habitual en la mayoría de los países sea pasar la noche de fin de año fuera de casa, deberías quedarte junto a tu perro y no dejarle solo en esa situación tan angustiante para él.

En el caso de los perros especialmente nerviosos no resulta suficiente que puedan esconderse en una habitación tranquila, en ese momento te necesitan cerca para que les transmitas seguridad.

  • Prepara tu hogar: Recuerda cerrar puertas, ventanas y persianas para reducir el ruido.

El fuerte estallido de los fuegos artificiales atraviesa las paredes gruesas de tu casa. No obstante, al cerrar las puertas, ventanas y persianas se pueden amortiguar un poco los sonidos desconocidos y estresantes para el perro. Muchos canes se tranquilizan notablemente de esta forma. Asimismo, algunos reaccionan nerviosos a los destellos brillantes en el cielo.

  • Distraerle con olores, snacks diferentes y juguetes.

De esta manera, tu peludo estará más centrado en su sentido del gusto y del olfato que en el auditivo. A los canes que no hayan perdido el apetito por el miedo también les gustará recibir algunos snacks en forma de masticables duraderos, que les harán olvidar durante un rato los fuegos artificiales.

  • Poner música en casa es una buena forma de distraer a tu perro de los fuertes ruidos de los petardos.

Además de cerrar las ventanas, puedes intentar ahogar el ruido de los petardos con otros sonidos con los que el perro esté familiarizado. Pon tu música favorita o enciende la radio. Asimismo, el ruido de la televisión, la lavadora o el lavaplatos pueden servir para tranquilizar al perro.

  • Debes transmitir mucha tranquilidad y si te pide contacto, dárselo.

Lo esencial en todas las medidas mencionadas anteriormente es que, hagas lo que hagas, te mantengas tranquilo y calmado. Demuestra a tu perro que todo va bien y que los ruidos que provienen de la calle son algo normal. Recuerda que si el quiere estar cerca tuyo o solicita tus caricias, no debes ignorarle pues eres su referencia y te está pidiendo ayuda.

  • Darle medicamentos tranquilizantes.

Si todas estas medidas no resultan útiles, muchos quieren recurrir a un simple sedante para poder tranquilizar a su perro nervioso. Este deseo es comprensible, pero solo debería considerarse como última opción.

La mayoría de los sedantes solo inmovilizan al perro, pero no alivian el estrés ni sus causas. Este estado de inmovilización, en el que no pueden huir ni retirarse, junto con los fuertes ruidos, les produce un mayor miedo a la mayoría de animales. Por lo tanto, es importante que consultes previamente a tu veterinario para confirmar que este tipo de medicamentos pueden ayudar realmente a tu mascota. Además, la administración de preparados a base de plantas con una acción tranquilizante, como las flores de Bach o la homeopatía, solo debe realizarse tras una consulta veterinaria.

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